La razón de todo ello es precisamente ese componente de química que tienen los productos tradicionales de bollería industrial a los que estamos acostumbrados.
La diferencia fundamental de la bollería artesana respecto a la química e industrial es precisamente esa, la de estar elaborados con productos artesanales, sin la utilización de conservantes especiales químicos y un matiz muy importante, el tiempo.
El tiempo que están los productos artesanales en los despachos es mucho más reducido que al que están sometidos los de bollería industrial. Imaginemos el tiempo que puede tardar el producto desde que sale de la fábrica hasta que llega a la tienda y al consumidor final, muchísimo.
Sin embargo en la panadería - bollería El Puente por ejemplo, la bollería sale recién hecha y en el mismo día, al momento está disponible para ser consumida en los despachos.
Así que desde aquí apostamos por la bollería artesana, recién hecha, que aporta además nutrientes, energía y sabor a nuestros desayunos, meriendas o simplemente caprichito y antojo.
¡Feliz semana amigos!
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